Si con la
gente nos preguntáramos ¿que deseamos trabajar?, que desearíamos construir en
el hoy para el mañana? ¿Como creemos que responderían la gente?.
Opinemos
sobre estos dos asuntos: lo comunitario vs interés personales como la
oportunidad en tiempos de las contiendas electorales.
Algunas
personas, algunos ciudadanos y/ o miembro de una comunidad responderá con
humildad, con respeto y sinceridad, que desea ver el cambio, anhela el cambio,
que se requiere autoridades que den prioridad en salud, educación para su
pueblo, infraestructura digna, pero que todo ello será una realidad si se
trabaja y se empodera la misma comunidad, podríamos seguir enumerando los
pensamientos que son voces legítimas de un pueblo digno, y en última haríamos
todo una descripción de la opinión del otro lado, haciendo alusión a las quejas
sobre las necesidades que padece la comunidad que en la mayoría de los casos
son expresiones de las personas conformistas, que no miran ni si quiera para sí
mismos, le importa un nada la realidad de su localidad, en fin, eso sería la
versión en la cual escuchariamos típicos lenguajes como por ejemplo,
manifestando que los gobiernos son mentirosos, que siempre son los mismos, que
este país nadie lo arreglará, que incumplen siempre sus palabras, que se la
pasan engañando a la gente y que no apoyan en nada, estamos olvidados, que
ellos son los únicos que se embolsillan.
Pareciera que está población perdieron la esperanza, otros se refugian en la sombra de no querer saber nada de las elecciones.
Pareciera que está población perdieron la esperanza, otros se refugian en la sombra de no querer saber nada de las elecciones.
Por tanto
llega el momento de las elecciones y ocurre lo sorpresivo de este panorama.
Andan como cazador buscando presas para el hoy y donde no las hay, buscando
personal para recibir a cambio dádivas sin mirar los procesos comunitarios, los
procesos de la gente y pasándose de vivo ante de la gente, donde él o ella no
le interesa en lo más mínimo hablar del tema; (obras públicas, temática de
educación, salud, todo lo que podríamos describir al servicio del bienestar
comunitario) solo le importa los intereses personales, no le importa hablar ni
escuchar los planes de gobierno, sólo le importa las láminas de zinc, el
dinero, la lista de mercado, el empleo temporal, en ayudas para el momento,
tantas que podríamos seguir describiendo.
Y en el
candidato pasa lo mismo, en vez de hablar de su propuesta de gobierno ante la
gente, habla sobre lo que quiere ofrecer para recibir a cambio el voto, utiliza
el instrumento de la falacia ante sus contrincantes luchando a todo precio para
llegar al poder.
Creo que
cuando la comunidad no le gusta trabajar terminamos en últimas apoyando
candidaturas que tampoco harán trabajos por las comunidades. Los malos o los
buenos gobiernos son el reflejo de nosotros mismos.
Si la
comunidad es trabajadora, si la comunidad vive pensando en grandes proyectos
sociales tendrán gobernantes capaces de liderar con transparencia y
responsabilidad, es decir un gobierno del pueblo para el pueblo, pero pareciera
en algunas regiones de nuestro país y específicamente de nuestro municipio, una
política como una utopía vacía incapaz de resolver nuestros propios problemas y
necesidades.
Si el
pueblo es ignorante, ventajista, facilista, oportunista, entonces los gobiernos
serán mediocres. Y será el círculo en la cual seguiremos andando, algunos dando
la lucha por la transformación real denotados ante los ojos de los demás como
los malos, los perdidos, y otros seguirán en la dinámica y la ruta
tradicionalista, que por cierto son muchos y sacan pecho por la victoria, se
llenan de gloria ilusionados por los versos que los condujo al sesgo de la
incertidumbre de sus mentes y sus corazones.
Veo en
tiempos de la elección y en ésta época en especial, que por cierto será un hito
para el estudio que harán las generaciones del mañana sobre estos asuntos de
tan controvertida situación; vi busetas garantizando transporte para los
diversos candidatos, eso sólo ocurre aquí en nuestro país, allí pensé, que en
verdad en este país los que ganan son los tienen billete, no el idealismo.
Veo que la
gente más decide por sus necesidades del momento pero no por un proyecto
colectivo, no por proyectos grandes. Más se dejan engatusar por el chanchullo
que les ofrecen, y allí por más concientización que se haga será imposible
cambiar la mentalidad y habremos perdido, nos demoraremos quizás un poco para
entender sobre el poder popular.
Mi hermanos
y hermanas han salido de lejanas tierras al sector del poblado donde están
ubicados las mesas, siguiendo las orientaciones de las autoridades del
territorio, convencidos de un nuevo amanecer y de aportar a la construcción y
de transformación de país.
En una
sociedad como a la que pertenezco me doy cuenta que aquí gana el que tiene
plata, el que le invierte como en un negocio, el que tiene esa habilidad para
engañar, y para completar la gente abraza a la hipocresía, el oportunismo, está
a la espera del transporte, alimentación, láminas, entre otros. Entonces dicen;
“a ese le apoyo porque es buen alcalde”. Y el otro que trabaja sin nada, sin
maquinaria de la politiquería, son personas menospreciadas señalando de bajeza,
de incapaz de gobernar y liderar.
Algunos
imploran a Dios para que les vaya muy bien en las elecciones. ¿Que pensaran
nuestros ancestros y nuestros Dioses cuando andamos embolatados así de esa
forma?. Asunto que cuestiono respetando las creencias, yo pienso que Dios no
interfiere en estos asuntos por no decir en decisiones vergonzosos, nosotros
somos los que determinados con nuestra mente, y somos nosotros los que estamos
jodidos sin salida alguna para la vida decidiendo el destino sin
responsabilidad. Los Dioses nos han dado lo suficiente para vivir en un bello
territorio con la capacidad de mirar, saborear, escuchar y pensar. Pero ni así
despertamos.
Me doy
cuenta tambien, que asi como hemos actuado da entender que nosotros no queremos
el cambio. Y allí no podemos caer en señalar a otros porque no son lo
gobernantes los que quieren transformar las sociedades, nosotros somos los que
debemos estar convencidos del cambio que queremos, de lo contrario, si
esperamos que los gobernantes hagan impacto, no estaríamos en la nada.
Más que
discutir entre nosotros sigamos pensando, seguir haciendo lo que nos gusta
hacer, trabajar y trabajar, pensar y trabajar con la gente, porque así es la
manera de llegar lejos. Los líderes que apenas estamos surgiendo y madurando
debemos seguir aprendiendo y caminando a lado de los que saben orientar.
No podemos
olvidar que aquí estamos gracias a las luchas de los pies descalzos, no podemos
olvidar que aquí estamos gracias a las luchas de las personas que no sabían
leer ni escribir pero tenían muchos ánimos de caminar y ayudar a otros.
Podemos
sentirnos orgullosos de que hoy tenemos procesos de Cabildo y la organización,
con una fortaleza trascendental en apenas 30 años de su fundación, y los que
han iniciado hace más de 400 años después de la instauración de la figura de
municipio aún viven en la plena miseria de sus poblados.
Así mismo
me entristece que hayamos perdido hace mucho tiempo la capacidad de gobernar
nuestro gran territorio, hoy los que han llegado de otros lados son los que nos
gobiernan y hacen lo que quieran con nuestros recursos naturales y el pueblo,
eso me indigna.
Así mismo
como muchos dijeron no hay porque estar triste, claro que da coraje sobre la
manera como llegan al poder, eso lo hemos hablado en muchas ocasiones, nosotros
tenemos muchas cosas que hacer, no hemos perdido en absoluto, los sueños siguen
intactos, debemos saber que nos sentimos libres, claros como el agua que baja
de las montañas sagradas, nuestra mente con la gente, es lo más saludable,
tener intacta la dignidad, eso de es de valientes como en los tiempos de Attɨm
Sindawa.
Pero hay
algo con la cual quiero terminar el aporte reflexivo, no podemos quedarnos
estáticos, porque como dicen los refranes populares, “los que más bailan al
sonido de los tarros no hacen algo constructivista”, entonces nosotros debemos
continuar y seguir practicando lo que solían hacer los mayores; generar
diálogos, reflexiones profundas a la forma Awá, con corazones humildes sin ego
en la cabeza, ni orgullo que no sirve para orientarnos en el camino. Debemos
seguir hablando con la gente, así es como se construye y se avanza en un color
multicultural, no entrando en discusiones entre nosotros porque eso es lo que
buscan desestabilizar los procesos. Más que discutir se necesita, más aporte al
proceso, eso sí sirve y mucho.
Muchas
gracias a todos
“Sé el
cambio que quieres ver en el mundo” Mahatma Gandhi.
Reflexión:
Javier Ramiro Wanga
28 octubre
2019.
Territorio Attɨm Awá.