En nuestro caso no le celebramos, no ha sido nuestro hábito y tampoco nos habíamos dado cuenta del dia 10 de mayo, seguíamos trabajando en una actividad familiar como de costumbre, mi madre sonreía y se integró mucho, es una mujer que no le gusta descansar, también es una mujer que no está acostumbrada a esperar que le celebren para alegrarse, si le celebran bien y si no no ocurre nada. su mejor momento es estar haciendo algo y ella misma se siente dichosa con los suyos. Admiro eso. Creo que seguimos las viejas tradiciones de no celebrarle aunque deberíamos exaltarla en esta fecha aunque más a menudo, el mundo de afuera enseña algo muy hermoso que poco a poco estamos también aprendiendo. Ello no significa que seamos friolentos, si no que hay otras formas de expresar, celebrar y vivir, al menos eso es lo que pienso.
Cuando empecé a ver los mensajes por redes sociales, apenas me acordaba, ahondaban mensajes de felicidades a las madres con emotivos mensajes pero que mi madre no leía dichos mensajes por whatsapp y Facebook, en mi comunidad resonaban música desde la mañana hasta el anochecer.
A mi madre no le gusta quedarse mirando que hace el esposo y sus hijos, siempre está allí apoyando o en la mayoría de los casos liderando su propia actividad en todo momento. Hay días que amanece un poco enferma pero pareciera curarse haciendo los que haceres de la casa. Simplemente es una mujer dedicada a su família. Gracias por ello. Es una mujer que inspira tranquilidad, ternura y humildad. Y ahora que escribo mi corazón que es sensible piensa que "Cada dia quiero celebrar su hermosa existencia aprendiendo, trabajando y luchando".
Hoy es dia de la madre y una de mis hermanas salió para el centro educativo Guacamaya para ir a dejar las guías a los estudiantes aún en medio de la pandemia. Aun a sabiendas del tremendo esfuerzo que debe hacer para llegar a dicha comunidad. Vi que estaba decaida, pensativa, no reflejaba una sonrisa como en las anteriores ocasiones, tampoco tenía apetitos de desayunar, como parte de la familia vi lo que ocurría sin entender a fondo, conversaban en algo más privado entre las hermanas y madre. Luego supe que estaba en una decisión. Después de tanto pensar, sufrir y llorar, esta vez dejó a su hijo, destrozada hasta el alma pero decidió irse sin su hijo, debido a la odisea para llegar a la comunidad y los factores que hoy nos rodea. Y lo que uno piensa es; "espero haya llegado bien aunque sea a medio camino pero que esté en una casa en una comunidad". Es difícil y duro pensar el sacrificio que hace una docente de la selva aún en medio de la pandemia y los riesgos que implican subir por los ríos por más de cuatro horas hasta el punto llamado sabaleta y de allí arrancar a trocha, tener que arriesgarse aún en medio de grupos armados que operan en la zona, hace pensar también que caminar desde el lugar llamado sabaleta hasta el centro educativo son más de 7 horas a paso Awá. Cómo quisiera que los que administran la educación tantos los gobiernos locales, regionales y nacional supieran que es vivir y trabajar en estas duras realidades o que por lo menos fueran sensibles en entender los grandes esfuerzos en el territorio Awá en el otro lugar fronterizo que suelen llamar colombia, diría que es la colombia desconocida, ignorada y olvidada. Como me gustaría que los que trabajan en las altas esferas del poder pudieran articularse y cooperar con las necesidades y propuestas que hacen nuestros líderes y autoridades Awá. Pero es difícil converger en esos puntos, en la mayoría de los casos las diferentes administraciones siempre quieren obstruir los procesos y colocarle trabas a todas las gestiones evadiendo las funciones de los gobiernos en un país que dice ser democratico, y sin ir más lejos como lo que sucede en nuestro departamento de Nariño, que en vez de invitar a luchar nos excluye del plan de desarrollo departamental sin definir ninguna inversión para el pueblo Awá, asi es difícil construir una sociedad desde la diversidad. Por ello en años anteriores hemos recurrido a las movilizaciones como mingas para hacer presión ante los acuerdos hechos, pues ha servido mucho, los logros que hoy vemos en la UNIPA en los 30 años son fruto de los propios esfuerzos que ha emprendido nuestro pueblo, debemos sentirnos orgullosos por ello. En cierto modo tenemos la tarea de seguir caminando y luchando dando a conocer al mundo estas bonitas realidades y duras realidades.
Ya es de noche y el niño que ha quedado en casa empieza a llorar extrañando el amor incondicional de su madre y opino "uno sin mamá no es nadie". Mi madre y toda la familia estamos con la idea de que nuestra hermana llegó bien. Pero aún así embargan muchas preguntas que llenan de angustias al no poder saber cómo está y cómo llegó. Ella llevó un celular pero sin señal es una cosa grave por el trayecto. Esperamos mañana recibir el saludo de ella desde el centro educativo, allí en alguna parte se logra conseguir señal mientras haya batería en su celular. Ir hasta allá no está suave, es de valientes. Para los que solo opinamos nos es gran cosa, para saber es necesario vivenciar.
Javier Ramiro Wanga
Territorio Attɨm Awá-UNIPA
10 de mayo 2020.